Cultura y Patrimonio
EDIFICIOS RELIGIOSOS
IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARIA DELS ÀNGELS
Es el edificio más emblemático del pueblo. No tenemos documentos sobre este edificio, pero posiblemente lo levantaron por la década de 1580. Demolieron el templo debido al terremoto de marzo de 1748, inmediatamente empezaron las obras de reconstrucción. Cuenta con un presbiterio de piedra picada (1748 – 1757), que se bendijo el párroco el 9 de octubre de 1757, día en que el Santísimo Sacramento volvió a ocupar el “Reservado” del altar mayor. Hay un testigo con esa fecha en la piedra de la cabecera del templo.
Por los años 1780 – 1786 se prolongó la nave con 3 capillas laterales y una frontera muy austera. Llegó el momento de adquirir nuevas imágenes y retablos, la primera fue la de la Virgen de los Ángeles, obra del escultor Josep Esteve (1787).
La iglesia fue pavimentada con baldosa del Ràfol entre 1789 – 1790, en algunos ladrillos consta la firma de los autores (Josep Herrero y Vicent Orts). En 1792 se adquirió la figura del Divino Salvador, obra también del escultor Esteve. Los retablos y las pinturas son obra del albaidí Venanci Pla. El retablo del altar mayor fue reemplazado en la década de 1880.
La fachada del edificio fue renovada en los años 1907-1908 con el estilo que presenta ahora y entre 1908 y 1917 se edificó el campanario y fue renovado el piso del templo. En 1928 se renovaron las puertas y en 1933 restauraron la decoración pictórica, repintada en 1985.
Por desgracia, en 1936 fue destruido buena parte del patrimonio y el archivo. Se encargaron nuevas imágenes y retablos que son los que encontramos hoy en día.
ERMITA DE SANT BLAI Y SANT FRANCESC
Según la tradición escrita en el archivo parroquial, dos agricultores (de Alcúdia y del Ràfol) cavaban un bancal cuando encontraron una figurita que identificaron con Sant Blai, el año 1430. Los dos pueblos disputaron la imagen y se lo llevó el Ráfol.
Quizás fuera una figurita ibérica, por el poblado que había en la Serreta. Se dice que pasó en el año 1430 porque en la ermita había un mostrador gótico. Lo más probable es que Luis de Bellvís, señor de la baronía de la Hoya, decidiera edificar una ermita dedicada a San Blas para dar importancia a ese hallazgo. La devoción a San Francisco fue una imposición del señor feudal, ya que era el santo protector de la familia Bellvís.
La antigüedad de la ermita está atestiguada por las obras de arte que contenía, más antiguas que el propio edificio. El retablo destruido en 1936 era una pequeña joya renacentista. Contenía cuatro lienzos de santos al óleo, probablemente datable hacia 1535 – 1540. El retablo renacentista reemplazaba al gótico de la primera ermita (1430), del que se conservan 3 fragmentos, incorporados a modo de decoración en el retablo del siglo XVI. La ermita gótica quedó dañada por el terremoto de 1644, para el año 1700 se reconstruyó, pero un nuevo terremoto en 1748 obligó a demolerla y levantar el actual edificio de arquitectura austera. En 1826 el vecindario decidió construir el campanario.
En 1854 sirvió de lazareto para los enfermos de cólera. En noviembre del año 1884 el edificio quedó dañado a causa del diluvio de san Carlos y la campana se desplomó dentro. Diez años después se restaurará. La última restauración se realizó en el año 1981.
Bajo de la ermita conserva el Ràfol un bonito Calvario de 1879 – 1880.
EDIFICIOS CIVILES
LAVADERO
A los pies del núcleo de casas encontramos el lavadero, que cuenta con un montón de 9,40 metros de longitud x 2 metros de ancho. Está instalado sobre el trazado de la acequia madre, los datos apuntan a que podría haberse construido en el siglo XVIII y en 1916 la cubierta. Como en todos los pueblos que contaban con uno, el lavadero era punto de encuentro en el que las mujeres iban a lavar la ropa.
En 2016 fue restaurado con la apariencia que tiene actualmente.
MOLÍ DE BAIX
Por detrás del lavadero llegamos al molino de Baix. Este molino es uno de los parajes más emblemáticos del término de Ràfol. El emplazamiento es de tiempo de moros, pero el casal molinar que hoy conocemos es del siglo XVIII y fue construido por iniciativa del señor del Ràfol, que era el marqués de Bélgida. Situado junto al pueblo, restaurado y reconvertido en albergue para visitas escolares donde aprenden cómo funcionaba la molienda de cereales.
El molí de Baix, también conocido como el molino de Roberto, construido en 1857, está en buen estado, el mejor conservado de los seis que había en época medieval en la cabecera del río Missena. Contenía una sala de molienda, muy bien conservada, un cuarto superior y la vivienda del molinero.
El ayuntamiento adquirió el molino harinero de Baix en 1999, entre los años 2000-2001 la rehabilitación, dejando su gestión a una empresa en albergues juveniles.
LA ALMÁSSERA “EL SALVADOR” DEL RÀFOL DE SALEM
Durante siglos la principal cosecha del pueblo era el aceite de oliva. Antiguamente había dos almazaras. Pero la actual, reconvertida en museo, se trataba de una cooperativa moderna construida en la década de 1950. En el edificio se encontraban todos los elementos necesarios para el aceite. Hoy en día se ha rehabilitado y convertido en museo en el que se pueden ver los elementos utilizados y entender su proceso. “